La mayoría las almas encarnadas en avatares o cuerpos físicos, en el planeta Tierra, a la edad de los 5 años aproximadamente, olvidan sus vidas pasadas, lo que realmente son y dejan de ver o tener relación con otros planos dimensionales. Digo la mayoría, porque existen excepciones. Hay algunas almas que tienen planificado no olvidar como parte de su misión en la tierra.
Todos los niños ven y se relacionan con seres de otras dimensiones o planos más sutiles. Esos amigos «invisibles», esos duendes, hadas o fantasmas que nosotros los adultos «ya no podemos ver». Por ello, es tan importante, no invalidar al niño cuando nos hable de esas cosas porque si lo invalidas (1) se volverá más reservado porque si sus padres no le creen ¿quién lo hará? y (2) dañarás su autoestima, entendiendo por tanto, que para sobrevivir aquí es mejor no mostrarse como realmente es.
Después de esta breve, y particular introducción, en memoria de mi maestro Gerardo Schmedling, que usaba esta frase en sus «Talleres de Padres» para recodarles el majestoso valor de la etapa infantil, quiero compartir una hermosa conversación que espero «resuene» en el corazón de todos los que os hayáis aventurado a llegar hasta aquí.
–¿Estás segur@ de que deseas encarnar en la Tierra?
-Totalmente. La decisión está tomada.
-¿Eres consciente de los retos a los que te enfrentas?
-Nunca antes he encarnado en este planeta, de modo que no sé lo que significan realmente los conceptos de «miedo», «dolor», «soledad» o «tristeza». Tal vez el que más me preocupa es el de «muerte». No alcanzo a comprender la idea de dejar de existir para siempre: eso es imposible, pero los humanos creen que es así. Sea como sea, mi alma desea «bajar» y experimentar todo eso, aportar mi luz y contribuir con mi ser al cambio de conciencia.
-Cuando estés allí abajo, limitado por el cuerpo físico y preguntándote qué haces en ese lugar, «comprenderás». Desde este estado de consciencia ni siquiera puedes intuir los que implica experimentar la densidad y la limitación.
-Asumo el reto
-Entonces, si esa es tu voluntad, solo me queda desearte un feliz viaje por el mundo tridimensional y recordarte que estaremos contigo, desde esta dimensión, observándote y guiándote. Si consigues abrir tu corazón lo suficiente, tarea que no es en absoluto sencilla, serás capaz de «escucharnos» y de percibir nuestras señales.
-¿Y cual es la mejor manera de abrir el corazón?
-Hacerle caso. Escuchar tu voz interna. Dejarte llevar y soltar la resistencia a que las cosas en la Tierra no sean como deseas. Aceptarte, en definitiva, tal y como eres. Sólo de esa forma podrás aceptar a los otros y honrar sus aprendizajes. La paz y el amor que surgirán en ti como consecuencia de esa aceptación te pondrán automáticamente en «contacto» con nosotros.
-De acuerdo, lo tendré en cuenta.
-No, amigo mío. Lo olvidarás. Son las reglas. Tendrás que ir recordando a medida que tu cuerpo físico, ya contaminado de juicios, apegos, creencias negativas, crezca y se haga adulto. La luz de tu alma deberá emerger entre las tinieblas del temor, la desconfianza y la incomprensión. Confía, amado nuestro, estamos seguros de que serás capaz de conseguirlo.
Como hemos «recordado» este olvido no es casual (ver: principio hermético 6), está diseñado perfectamente bajo plan evolutivo del creador o fuente. Forma parte de la tarea evolutiva de nuestra consciencia. Y como no es una tarea sencilla el mejor servicio que podemos hacer es acompañarnos en este proceso, y esta es mi misión aquí.
El propósito fundamental de este lugar es COMPARTIR INFORMACIÓN que nos permita RECORDAR y darle la bienvenida a la vida desde el Alma, un lugar donde ya no existe el sufrimiento y la vida es de armonía, abundancia, paz y felicidad.
Pero para eso tenemos que quitarnos capas y capas de ignorancia o creencias falsa que la «cultura/educación» nos enseñó.
¿Me acompañas a despertar a la «bella» que duerme en ti?


Ojalá pueda despertar a esa bella q dices q duerme en m
Claro que sí, haz caso a tu corazón y actúa en consecuencia, ese es el camino!!