PROPÓSITO

(4) Del ADOCTRINAMIENTO, a la EDUCACIÓN ARMÓNICA

Si has tenido oportunidad de leer, ¿de donde vengo?, ya sabrás que el motor de mi cambio interior fue la maternidad. En aquel bendito embarazo y parto sagrado, morí. Abracé aquel dolor con todo mi amor y, literalmente, me dejé romper. Viví la muerte del personaje que interpretaba hasta ese momento y, comenzó mi renacimiento como una mujer nueva. Comenzó mi camino hacia una vida desde el alma, hacia una vida cada vez mas consciente.

En esa dulce crisis existencial, empecé a cuestionarme muchas cosas que hasta ese momento eran «lo normal» y, comencé a buscar nueva información sobre embarazo, parto, crianza, alimentación, educación, desarrollo personal, filosofía, espiritualidad, etc. Pronto mi sistema de creencias se desmoronaba por completo pues descubrí, que había otras formas diferentes de hacer las cosas, de como «la cultura» me las habían «enseñado». En definitiva, de como me habían «adoctrinado».

Mi ego se resistía, y emergieron sentimientos y emociones como rabia, tristeza, indignación, incomprensión, miedo. Llegando a explorar hasta los límites de mi propia mente. Algo que tuve que aprender a gestionar mediante una completa ACEPTACIÓN, para no perderme en batallas egóicas y descentrarme de lo importante, atender a mi corazón e ir poniendo en práctica en mi vida, una forma diferente de hacer las cosas, una forma más armónica, natural y alineada con el dictado de mi corazón.

En aquel momento aprendí, de grandes maestros, aspectos sobre el niño, el ser humano y la educación que cambiaron mi visión del mundo.

RUDOLF STEINER

me ayudó a comprender que la mejor forma de educar a mi hijo era mejorarme a mi misma y convertirme en una versión digna de ser imitada

VDA

Rudolf Steiner, me enseñó que había otra forma de educar diferente a la que yo conocía, «la educación hacia la libertad«. Me enseñó a ver al niño pequeño como un «órgano sensorial, conectado estrechamente con el mundo espiritual», que tiene una necesidad de imitación increíblemente profunda tan importante como el respirar y que como consecuencia, nuestro comportamiento delante del niño tendría consecuencias sobre él por el resto de su vida.

MARIA MONTESSORI

me ayudo a comprender que EL MAESTRO ES EL NIÑO. Es un maestro de si mismo, si nunca deja de escuchar a su corazón y, un maestro para el adulto, pues el comportamiento sin limitaciones mentales del niño es muy confrontante para el ego del adulto.

VDA

Maria Montessori, me enseñó como funciona la mente absorbente del niño y en consecuencia la tremenda importancia de los primeros 5 o 6 años de vida. Me enseñó que había otra pedagogía mas armónica en la que el niño es el centro, y el ambiente preparado y los guias, acompañan al niño para que se exprese la verdad de su propio Ser. Y si se «libera el potencial de un niño, podrá transformar el mundo»

GERARDO SCHMEDLING

me ayudó a comprender el MUNDO MÁGICO DEL NIÑO. Ese mundo donde no existen las limitaciones mentales de los conceptos aprendidos y donde la disposición a aprender de la realidad de la vida es total.

VDA

Gerardo Schmedling, me ayudó a darme cuanta que era una «IGNORANTE DE LA VIDA». Me enseñó a reconocer que mi ignorancia era mayor que la de un niño, pues como adulta «creía saber de la vida» mientras que el niño está naturalmente dispuesto a aprender de la vida misma. Me enseñó que mi mente estaba llena de conceptos y creencias falsas aprendidas, que son la única causa del sufrimiento en la vida, y que mi trabajo diario para transformar esa ignorancia en sabiduría, era lo más importante que podía que hacer, como madre y ser humano, en esta vida, y como alma, en mi proceso de evolución espiritual.

Esos conceptos o creencias que «la cultura» transmite como verdad, de generación en generación, y que no se cuestiona, es lo que llamamos EDUCACIÓN. Pero más que educación, yo le llamaría adoctrinamiento o programación mental. Pues la información que se transmite e instala en la mente del niño, aprovechando su inocencia, tiene la intención velada de domesticar y acomodar su comportamiento hacia los intereses de las élites y los Estados.

En consecuencia, y aludiendo a la pregunta ¿qué fué antes el huevo o la gallina?, digo que la gallina.

El orden correcto, para comenzar a generar una nueva sociedad, de un alto nivel de satisfacción humana es, (1): preparar a los adultos y a los padres, para que puedan asumir un verdadero proceso de orientación armónica con los niños. Y, (2): desarrollar procesos de Educación, sustentados totalmente en los principios del Amor.

Los niños de hoy, serán la sociedad del futuro, si les proporcionamos a los niños las herramientas adecuadas para descubrir la vida, valorarla y amarla, tendremos adolescentes y jóvenes sanos, con una muy buena capacidad para aprovechar y respetar la vida, y hacer excelentes relaciones, tanto con sus padres, como con todas las demás personas y circunstancias que puedan encontrar en su experiencia de vida. Y será así, como las próximas generaciones traerán la Paz a la Tierra.

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